Adverso el
presente que me auto regalé. Debo continuar a través de este sendero que sigue
paralelo a tus pasos. A pesar de la confusión de mis sentidos y la bruma que
trastorna mis latidos.
Te llevo
conmigo y te he llevado desde el día en que tu mirada inundó mi esencia.
Y persiste en
la memoria cada instante, cada nota, cada gesto.
Sigo
esperándote en el andén abandonado que me lleva a tu mirada. Algún día volverás
los ojos y estaré consumido en cenizas. Seré polvo en el viento mientras esta
vida corroe mis huesos, mientras sigo con mi vida.
Me hace daño
tu nombre, pero estás atada a cada una de mis células. Estás en mi respiración.
Pero es un
secreto a voces que te amo más allá de mí. Eres eterna e inalterable, como el
mismo tiempo que diluye mi presencia.
Serás la luna que ha de acompañar mis noches oscuras y seré el lobo que ha de cuidar tus pasos, hasta el final.