martes, 29 de marzo de 2011

Subasta

Se subasta un libro, un libro de recuerdos, un libro con imágenes, con fotos, con olores, un libro para colorear, para recortar, para leerlo, para hojearlo.
Se subasta un libro lleno de sentimientos, de historias inéditas, de una novela común; repleto de cartas anónimas, de plegarias, de oraciones, de recetas, de sentencias, de reglas y preceptos.
Se subasta un libro que habla de ti, de ella, de ninguna. Uno que canta, que ríe, que llora, que ruega, que implora, que es fiel. Un libro roto, maltratado, destrozado, pisoteado y cubierto de cicatrices.
Se subasta un libro escrito con tinta roja, cada vez más oscura, casi negra, como lágrima que borra las líneas intensas de sus propias letras.
Se subasta un libro que narra cómo fue el comienzo, cómo ha sido el fin, cómo se terminó al voltear unas cuantas hojas. Un libro incompleto, sin páginas precisas, sin prólogo ni pie de página, carente de índice o introducción.
Se subasta un libro sin encuadernar, sin editar, de hojas doradas, escrito por mil y un manos, de un solo autor, del escritor desconocido que plasma sus ideas como voluntad divina, que no se detiene a pensar un instante en su ortografía.
Se subasta un libro sin comas ni puntos, con un único acento y cien idiomas distintos, con tres lenguas y una voz; sin patria ni hogar; un libro huérfano, un libro mártir; que puede ser valiente, noble y honrado, que lo ha visto todo con sus ojos muertos.
Se subasta un libro que puede ser amigo, confidente o tirano, que es juez y acusado, que posee la fuerza de los siete mares y la ternura de un recién nacido.
Se subasta el libro que fue sólo tuyo y que ya no es mío. El libro que odio porque lo dejaste inconcluso, roto, herido; el que me impulsaba a soñar despierto, a soportar hambres, miedos, fríos.
Se subasta el libro que ayer quemaste, que olvidaste en la alacena cuando te marchaste.
Se subasta el libro que habrías de contarle a nuestros hijos, el libro que detesto… por llevarlo dentro.

6 comentarios:

  1. sigues enamorado lo siento en las palabras q hacen q me erize

    ResponderBorrar
  2. sigues enamorado? si me lo hacen sentir esas palabras wooo

    ResponderBorrar
  3. esto me ha dejado sin habla!! no soy el único prodigio de la familia!! jejeje (que modesta...). En serio primo... mis respetos!

    ResponderBorrar
  4. Gracias por seguir deleitarnos con tan bellas palabras tan sublimes que te hacen unico, caballero de la noche que plasma tan exquisitos sentimientos en palabras, que transportan a recuerdos, para mi siempre sera un gusto leerte, este es mi favorito sabes...
    Te mando un abrazo y un beso
    Saludos

    ResponderBorrar
  5. Espero te agrade la respuesta...

    Ese libro...
    tan lleno de recuerdos, imágenes y fotos que lleva tu aroma...ese que quizá algún día pueda colorear, recortar, leer u hojear.
    Encontrarme con los sentimientos llenos de historias, cartas, plegarias, recetas, sentencias, reglas y preceptos.
    Aunque hablé de ella, de mí y de nadie... me basta con escucharlo cantar, reír o llorar y hasta implorar... pero sobre todo por que es fiel. No importa si está roto y cubierto de cicatrices o llenó de sangre deslavada por aquellas lágrimas.
    Un libro que narra poco de principio y mucho del final, con mil escritores y un solo autor, estando incompleto aun así ofrece tirana amistad, predicando confidencialidad.
    Lo miro tan fuerte como una rosa, lleno de ternura como aquel volcán...el libro inconcluso, que ya no es tuyo, al que quiero mio aunque tú lo odies por á roto y herido, el libro olvidado cuando se quemo.
    A ese libro que llevas muy dentro de tu corazón, yo le pongo precio... llenarlo de nuevos recuerdos y mi corazón.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. De ese libro, sólo el polvo ha quedado. Me aterra la idea de abrir cada hoja y que las letras se deslicen hasta el fondo del papel. Ya no hay sino sombras, siluetas desgastadas en cada una de sus hojas.
      De los sentimientos y las historias, no queda ni rastro, y la única sentencia vigente es el olvido.
      No habla más, si no de la eterna espera al fuego que lo consuma, del final de los tiempos y de una amistad agonizante.
      Lo único que miras, es una la imagen de lo que un día fue: la fotografía de un instante, consumido hace ya cuatro vidas. No hay más, que una entrada en el índice de la historia, y una historia que más que historia, es un delirio.

      Borrar