martes, 10 de enero de 2017

Dondequiera que estés



Dondequiera que estés
Han transcurrido algunos años desde el día en que te escribí. Quizá no sabría cómo hacerlo una vez más, quizá los recuerdos me traicionen, se hayan modificado o simplemente ya no sean fidedignos. No lo sé. Un vaso de whisky me acompaña en esta noche lluviosa, una habitación vacía y algunas fotografías de momentos que se han eternizado en mi memoria.

¿Te recuerdo? No estoy seguro de cuáles imágenes sean reales y cuáles sean parte de alguna fantasía irrealizada. Tu rostro sigue diciendo tanto sin que tu voz se escuche dentro de estos muros. Trato de sobrevivir al camino que se bifurcó.

La caída ha sido abismal. Perdí el gusto por las letras y no he logrado encontrarlo. Sigo en pie, pero desconozco el tiempo que queda. Mi alma se fue contigo en el último beso que jamás me diste. El dolor se marchó pero la sensación de tus dedos rozando los míos persiste.

“De pie, no es el fin del mundo, ya verás” alguien que me observó derrumbado en el suelo dijo. Se equivocó cabalmente: con tu adiós se acabó el mundo colorido del que hablan los poetas, es día que no he logrado conciliar el sueño, y sigo a la espera de que llegue el sueño eterno para que en otra vida volvamos a estar juntos.

Pero, no entiendo, he tratado de proseguir mi camino, de crear otra vida, y no lo consigo, tu rostro inamovible permanece alterando mis latidos. Te has tatuado hasta la eternidad en mis latidos y no lograré alejarte de mi ser hasta el último día.
Dicen que algunos tipos tienen toda la suerte, es probable. Porque fue un golpe de suerte el encontrarte como tierra preparada para plantar la semilla. ¿Qué diablos estoy diciendo? Muero de envidia, si al menos lo supieras.

Es absurdo, no hay hora en la que no te piense y pensar que pudimos pero ¡no lo hicimos! Hoy te encuentras en otros brazos y yo sigo añorando lo que nunca fue. ¡Hasta siempre Dulce Luz de Luna! ¡Hasta el día que decidas volver! Al fin que nada dura para siempre y algún día sabrás que sigo besando tus sombras, esperándote.

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