viernes, 27 de diciembre de 2013

Ala de ángel nocturno

¿De dónde proviene tu nombre? ¿Qué es lo que significa? Sólo sé que es capaz de horadar mis entrañas. Tú sin saberlo. No tiene caso que lo sepas. Menos hoy, que tu nombre de mil letras toma formas increíbles y me roba el sueño sin poder evitarlo.

Alguien más lleva tu nombre y no lo observo. Sólo distingo la forma en que su sonido se une con mis latidos y se aprovecha de esta llamarada que has dejado.

¿Antes de ti, qué había? Una mujer ocupaba tu estancia. Al pretender recordar su nombre, se diluye en el agua clara. Pero sigue apareciendo, lo sé; se niega a cerrar la puerta porque no posee más una llave y al cerrar se quedaría afuera.

Sé que es ella, su frío recorre mi espalda, quema la piel de mis dedos y se torna en un devastador incendio. Y luego de incinerarme, me suelta en las manos del tiempo, y sentada observa cómo reconstruyo, uno a uno, mis calcinados huesos.


Debe ser para ella un gran espectáculo, lo repite mes con mes, aún después de cuatro años. ¿Qué hay de ti? El frío en tu mirada apagó el fuego. En ti no surten efecto las brasas. Tú eres un ser de oscuridad y misterio que me rescata del silencioso proceso de muerte. Tu presencia deja huella en el entorno y basta una palabra tuya para resarcir cualquier herida.

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